viernes, 11 de diciembre de 2015

Diario de Gastly "Día 22"

¡Hola amigos! Cuanto tiempo sin saber de vosotros, y la verdad es que ya necesitaba tener un ratito para descansar y relajarme, escribir un poco sobre las aventuras que estamos viviendo todos en Pueblo Petroglifo. Lo cierto es que según llegamos, Carromco, Snorlax y yo nos tomamos unas pequeñas vacaciones aprovechando que Pueblo Petroglifo esta en la costa, pero también montaña. La verdad es que ya nos hacía falta, y el chapuzón no nos ha venido mal a ninguno. Aunque cuando Snorlax se bañó aumento el nivel de la pequeña bahía en la que nos encontrábamos. También visitamos el Acuario Petroglifo. ¡Qué grande era!

Pero... Después de esas vacaciones tocaba hacer otra vez nuestro trabajo. Entrenar duro y explorar Teselia, así que nuestro siguiente objetivo era el Gimnasio de tipo Roca que se encontraba en Ciudad Relieve. Por lo que antes decidimos explorar la Ruta 9, pero para ello debíamos viajar en un Rhyhorn. La verdad es que fue muy emocionante, hasta que delante de nosotros apareció un pequeño Sandile que estaba bastante asustado ante los pasos del enorme Pokémon que nos transportaba, pero Carromco paró en seco, y aprovechando un despiste del pequeño y asustado Pokémon salvaje le lanzo una Pokeball. En apenas unos instantes teníamos un nuevo compañero de viaje.

La verdad es que moverse por ese acantilado con el suelo tan puntiagudo e inestable era bastante peligroso, pero ya que estábamos ahí, íbamos a ir a la Cueva Brillante, donde hay una antigua mina, y bastantes Pokémon con los que poder combatir todos y hacernos más fuertes. Tardamos unas dos horas en recorrer la ruta, que, además de larga, era peligrosa, y teníamos que ir despacio y con cuidado. Pero al llegar nos llevamos una sorpresa, poco agradable diría yo. En la entrada de la cueva, descansando al lado de un montañero un poco raro, se encontraban Ash y su Pikachu. Y no tardaron más que unos segundos en darse cuenta de que estábamos llegando. Normal, un avión aterrizando haría menos ruido que los pasos del Ryhorn.

Se acercaron a nosotros y... ¡Nos desafiaron a un combate! El primer Pokémon que Ash envió a combatir fue un Fletchinder que Snorlax no tardó en derrotar. Su siguiente Pokémon fue un Machop, con el que el pobre Snorlax no pudo. "Pequeño pero matón, ¿a que sí?" preguntó Ash, era el turno del pequeño Sandile que acabábamos de encontrar, que aún estaba muy asustado, pero nos sorprendió a todos desapareciendo debajo de la tierra y volviendo a aparecer debajo de los pies de Machop, que, aunque sufrió un severo golpe, fue capaz de usar el movimiento Golpe Karate y dejar a Sandile fuera de combate. Me tocaba a mí. A Ash sólo le quedaban un Machop muy herido, y el Pikachu del que tanto había oído hablar a la gente desde que se había anunciado el Campeonato Pokémon de la región. Machop fue coser y cantar, ahora era el turno del pequeño ratón amarillo.

Salió al campo de combate con una sonrisa un tanto siniestra, y de repente... ¡ZAS! En un abrir y cerrar de ojos se había colocado detrás de mi y me estaba asestando un Cola de Acero en toda mi espalda. Rodé varios metros hacia adelante, y cuando conseguí detenerme, estaba cayendo del cielo envuelto en un mar de chispas, dándome de lleno, y salí despedido contra el suelo, mientras que él caía de pie un par de metros por delante de mí. Estaba siendo muy duro, y sabía que me quedaba poco más que dar de mí, y eso que aún no había empezado. Sólo podía escuchar los ánimos que me daban mis compañeros de equipo. No podía fallarles. De repente salió de mí una energía nueva. Usé mi movimiento Supersónico, seguido de Tinieblas. Sabía que con lo rápido que era Pikachu esquivaría el Supersónico, pero no dos movimientos seguidos, ¡y ahí estaba! El movimiento más certero que jamás había usado.

Pikachu estaba un poco aturdido, pero no tardó en reaccionar, y yo pequé de novato. Un Impactrueno en toda la cara... Estaba a punto de dejarme K.O. entonces... Un extraño brillo comenzó a emanar desde mi interior, notaba como mis fuerzas volvían a mí, incluso que era infinitamente más fuerte que antes de empezar a combatir. El resto de personas presentes parecían cegadas por semejante luz, momento que aproveché para atacar a Pikachu. Efectivamente, era mucho más fuerte, y más rápido, porque del golpe que le di a Pikachu le levanté en el aire, pero fui capaz de levitar por encima de él, y de asestarle otra vez el mismo movimiento, ¡había aprendido Puño Sombra! Y no debía ser lo único que había aprendido, ya que según Pikachu impactaba contra el suelo yo estaba usando un Rayo Confuso. Pikachu se levantó aturdido y dolorido. Estaba en las últimas, y yo estaba rebosando energía. De repente Pikachu se volvió a lanzar contra mí, más fuerte que las veces anteriores, pero fui capaz de evitarlo. Muy fácilmente de hecho, y tan pronto como esquivaba su ataque veía como su cabeza impactaba fuertemente contra la rocosa pared del acantilado.

Pikachu no podía más, y yo había conseguido derrotar al último Pokémon de Ash. Habíamos ganado. Pero estábamos débiles, así que decidimos volver a Pueblo Petroglifo, y pasar la noche en el Hotel, ya que casi era de noche. Cuando llegué me vi en el espejo. ¡Había evolucionado a Haunter!

No hay comentarios:

Publicar un comentario